Gaëtane Grange-Knopp combina el diseño de espacios, la psicología doméstica y el trabajo sobre el cuerpo para ayudar a las personas a vivir mejor en casa. Para ella, la casa es un organismo vivo que nos habla a través de nuestras sensaciones corporales. Un salón en el que los asientos están uno al lado del otro en vez de cara a cara puede impedir que la gente se conozca. Una casa familiar congelada en el tiempo puede bloquear nuestro propio impulso vital.

Porque vivir en tu propia casa también significa vivir en tu propia vida.