La madera ha sido un elemento básico de nuestros interiores durante décadas, y eso no va a cambiar. Un estudio de Global Market Insights estima que el mercado mundial de muebles de madera tendrá un valor de 618.000 millones de dólares en 2025, con un crecimiento interanual del 4,2 %.. Ya sea en forma de suelos, muebles u objetos decorativos, es un pilar del diseño de interiores, que responde a nuestra necesidad de autenticidad y de materiales que resistan el paso del tiempo sin pasar de moda.

Crece el apetito por la madera no tratada 

Madera maciza, acabados mates, texturas imperfectas... La madera no necesita artificios para seducir, y los fabricantes lo han comprendido: no temen favorecer las especies que conservan sus nudos, vetas e irregularidades, aportando autenticidad y naturalidad a los interiores.

De este modo, la imperfección se convierte en una baza decorativa. Las superficies cepilladas, arenadas y envejecidas de forma natural seducen por su singularidad, y cada pieza cuenta una historia a través de sus asperezas y variaciones de veteado.

Durabilidad y acabados naturales

Además de sus características estéticas, la madera maciza ofrece una longevidad incomparable y un encanto que aumenta con el tiempo. En 2025, se combinará con acabados mates: se acabaron los brillos artificiales, ¡sólo superficies suaves al tacto que revelan la verdadera textura de la madera! Los aceites naturales y las ceras vegetales sustituyen a los barnices tradicionales, creando un acabado auténtico y transpirable.

Colores naturales y aspecto acogedor

La madera también es una gran aliada para crear ambientes cálidos, ya que sus colores cálidos crean un efecto envolvente. Estos colores son infinitamente adaptables: madera rubia para la luminosidad, tonos miel para la suavidad, tonos más oscuros para crear espacios envolventes... Esta paleta natural se adapta a todos los estilos de interior.

Hay varias razones por las que se prefiere la madera maciza. Su excepcional solidez la convierte en una inversión duradera, mientras que sus nudos y vetas visibles garantizan el carácter único de cada pieza. 

Galones, curvas retro y detalles cromados

Esta búsqueda de la autenticidad se refleja también en la elección de motivos y formas. El parqué en espiga vuelve con fuerza este año, y se utiliza en muebles y otros elementos decorativos para conseguir un efecto retro garantizado. Las curvas al estilo de los años 70, los colores cálidos y los materiales suaves se encuentran en los muebles, mientras que los acentos cromados crean elegantes contrastes con la calidez de la madera.

Madera más responsable

Pero más allá de estas cualidades estéticas y táctiles, es quizás en su capacidad para evolucionar donde la madera revela toda su modernidad. Cada vez más ausentes de los interiores, las especies exóticas se sustituyen progresivamente por especies locales certificadas FSC o PEFC, ya sea roble, haya o fresno.

Esto reduce nuestra huella de carbono y garantiza la trazabilidad del producto.

 

Madera y materiales reciclados

En la misma línea, los fabricantes incorporan cada vez más madera reciclada y materiales recuperados a sus colecciones, creando productos únicos con una historia auténtica. Es un enfoque circular que permite ofrecer productos comprometidos, a veces a precios reducidos.

En bruto o trabajada, encerada o natural, la madera responde a nuestra búsqueda de autenticidad en nuestros interiores. Más que una tendencia, encarna un enfoque consciente del mobiliario, en el que la sostenibilidad y la estética se unen para crear espacios que reflejen realmente quiénes somos.